El término "colchón de aire" se utiliza a menudo -al menos en los círculos gays- para describir a un azafato masculino.
Los gays que vuelan en vacaciones suelen referirse a un azafato masculino como colchón inflable. No tiene por qué haber ninguna malicia detrás de esta designación. Sin embargo, es un término bastante discriminatorio que a menudo se compara con el de la azafata femenina, la "empujadora de zumos".
No está muy claro si "colchón de aire" alude en este momento al rumor de que a las azafatas les gusta dormir con el piloto o si todo el asunto se refiere a las próximas vacaciones y a los colchones de aire que se suelen utilizar. Lo que es seguro es que esta denominación es, por desgracia, un menosprecio de una profesión totalmente apasionante.
El modo en que el azafato en cuestión acabe aceptando que le llamen "colchón inflable" depende, por supuesto, de su carácter individual. Sobre todo si además gay incluso puede que se ría del término. Al igual que ocurre con el tan citado "Reina del drama" o el "Pinza hermana"no tiene por qué ser un insulto directo, ni siquiera con el colchón de aire.
La valoración de este nombre depende esencialmente de las circunstancias, del "remitente" y de la forma de dirigirse a él.
Los auxiliares de vuelo dotados de una sana dosis de humor conocerán este término y - si se saca a colación en relación con un ligue o un dicho gracioso - seguro que no lo pondrán en la escala de oro. Sin embargo, quien piense invitar al simpático azafato a cenar o a conocerle mejor, debería pensar detenidamente de antemano si debe entablar la conversación con un "¡Eh, colchón inflable!". Seguro que hay alternativas mucho más sexys...