"¡Dios, esto es vergonzoso!" - Primera vez en el sex shop
"¡Los gays son abiertos sobre su sexualidad!". - Frases como éstas son, sin duda, las que en el pasado han hecho preguntarse repetidamente a algunos homosexuales si podrían ser estirados o estiradas.
Una cosa es cierta: no todos los homosexuales encuentran liberador mostrarse en público con su pareja e intercambiar besos. Especialmente en las zonas rurales (pero desgraciadamente también cada vez más en la gran ciudad), se pone de manifiesto una y otra vez que los prejuicios y la discriminación contra las parejas homosexuales distan mucho de ser cosa del pasado.
Pero, ¿hasta qué punto son abiertos los gays a la hora de visitar un sex shop? En este caso, muchos no se diferencian mucho de los tímidos heterosexuales que pasan por caja con la mirada gacha para comprar preservativos, juguetes sexuales y cosas por el estilo.
Teniendo en cuenta los siguientes consejos, tu próxima visita al sex shop podría ser un poco más relajada.
Consejo nº 1: Haga una "lista de la compra" por adelantado
Muchos gays se sienten un poco abrumados, sobre todo en su primera visita a un sex shop. Películas por aquí, juguetes por allá... Y puede que incluso un vendedor demasiado motivado y desesperado por dar sus consejos.
Aquí puede ser ventajoso hacer una pequeña lista de la compra por adelantado. Afortunadamente, muchas tiendas tienen un sistema de clasificación claro. Si sabe de antemano lo que quiere, puede ir directamente a por ello.
Consejo nº 2: Muéstrese seguro de sí mismo
Suena un poco utópico, pero: si aparentas seguridad en ti mismo, a menudo consigues convencer a los que te rodean de tu aspecto y calmarte un poco.
Pero, ¿qué significa esto realmente para la apariencia en el sex shop? Entre otras cosas, puede ayudar elevar conscientemente la mirada y mirar a los ojos a los clientes y a los miembros del personal. Rápidamente se hace evidente que la situación es mucho menos mala de lo que parecía en un principio.
Consejo nº 3: No camine solo
¿Quién ha dicho que hay que ir solo al sex shop? Ya sea con tu pareja o con tu mejor amigo, casi siempre ayuda poder agarrarte literalmente a alguien.
De este modo, las compras pueden combinarse -de forma bastante casual- con la comunicación informal. La sensación desagradable desaparecerá por sí sola.
Consejo nº 4: En caso de duda, compre por Internet
Naturalmente, los homosexuales que no se atreven a comprar en su país también tienen la posibilidad de hacerlo por Internet. Para evitar momentos embarazosos en la entrega de paquetes, muchas grandes tiendas utilizan un pequeño truco marcando un remitente ficticio en sus envíos.
Consejo nº 5: Conviértase en un "cliente habitual
Cualquiera que entre habitualmente en un sex shop se dará cuenta enseguida de que el pensamiento "¡Dios mío! Qué vergüenza!" es rápidamente sustituido por una sana curiosidad. O dicho de otro modo: el sex shop pierde a veces un poco de su terror cuando se visita más a menudo. Sin embargo, esto no significa que pasear entre consoladores anales y ropa erótica se convierta en algo aburrido. Al contrario. Si consigues probarte una y otra vez lo variado y excitante que puede ser el surtido y que no hay que avergonzarse en absoluto por seguir aquí tus inclinaciones, seguro que pronto conocerás este tipo especial de compras desde un nuevo lado.
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