Queer en la escuela - Estos 5 consejos contra el bullying pueden ayudar
No sólo durante la pubertad, sino también unos años después, muchos adolescentes y adultos jóvenes se sienten solos. Los sentimientos se vuelven locos y el cuerpo también cambia.
En realidad, esta mezcla crea de todos modos un alto nivel de estrés en muchos casos. Si, además, se pone de manifiesto que la orientación sexual debe desviarse de la (desgraciadamente) tan citada norma, el caos es perfecto.
En este contexto, muchos temen ser acosados por sus compañeros de clase. A veces no se queda en un mero temor. También hay muchos jóvenes escépticos ante la homosexualidad que pueden influir de forma muy negativa en la vida cotidiana de los afectados.
En primer lugar: el acoso te pone enfermo
Una cosa es cierta: el acoso no es un delito trivial ni divertido ni "una cosa sin importancia". Quienes acosan a otras personas por su aspecto, orientación sexual u otras características ejercen tal presión sobre las víctimas que los síntomas pueden afectar también al cuerpo, entre otras cosas.
Desmotivación, desconfianza, miedo y desesperación... Estos son sólo algunos de los síntomas clásicos que pueden acompañar al acoso escolar.
Además, muchos afectados sufren náuseas, trastornos del sueño, dificultad para respirar y mareos. Precisamente por eso es tan importante no apartar la mirada.
Pero, ¿cómo pueden defenderse las víctimas del acoso? Los siguientes consejos pueden servir de ayuda.
Consejo 1: confíe en otra persona
Si el acoso queer ya forma parte de la vida cotidiana, el primer paso es acudir a una persona de confianza. Es el primer paso para salir del papel de víctima.
A continuación, pueden planificarse juntos los siguientes pasos. Si se prefiere la ayuda anónima, se puede llamar al servicio de asesoramiento telefónico en cualquier momento. A menudo, hablar del problema ayuda a no sentirse completamente solo.
Consejo 2: Implicar a los profesores
Los profesores son humanos y en la vida cotidiana a veces se les escapan los conflictos de sus alumnos. A menudo, por supuesto, los acosadores esperan con sus ataques hasta que los profesores ya no están presentes.
Precisamente por eso es importante que el educador sea consciente de la situación. De este modo, los responsables pueden vigilar especialmente la situación y sensibilizar a los alumnos sobre el problema del acoso.
Consejo 3: Encuentra un grupo de apoyo queer
Las experiencias traumáticas suelen procesarse mejor en grupo. Cosas que uno podría haber clasificado previamente como "embarazosas" a veces se convierten en banales. Sobre todo cuando hay gente en la sala que ha experimentado lo mismo (o parecido).
Internet también es un lugar excelente para los maricas. Aquí puedes encontrar muchos grupos digitales de autoayuda sobre el tema del acoso.
Consejo 4: Acuda al psicólogo
La decisión de acudir a un psicólogo también es cualquier cosa menos vergonzosa, por supuesto. Desgraciadamente, quienes sufren acoso a diario a veces creen exactamente lo que dice el acosador. La consecuencia: la confianza en uno mismo disminuye considerablemente.
A menudo no es posible reconstruirlo por uno mismo. Si en lugar de grupos de autoayuda prefiere asesoramiento individual, consulte a un psicólogo. A menudo puede ayudar a recuperar la confianza en uno mismo.
Consejo 5: un nuevo entorno queer
Si todos los consejos no conducen al resultado deseado y la situación sigue siendo insoportable, el único último paso es cambiar de entorno o de colegio o clase.
Una clase diferente o un nuevo colegio pueden ayudar a recuperar la antigua calidad de vida. A veces es mejor empezar todo de nuevo y enfrentarse al nuevo entorno como gay con confianza.
Ha vuelto a ocurrir, Désirée Nick provoca con un nuevo post en Instagram
No hay comentarios disponibles