La anodispareunia es el dolor que se produce durante el sexo anal.
Sexo anal (por desgracia) no siempre es indoloro. Sobre todo, una anodispareunia existente puede hacer que la diversión aquí -al menos durante cierto tiempo- se quede por el camino.
El dolor es especialmente notable cuando se practica sexo anal varias veces por semana. La parte pasiva se queja entonces de una sensación desagradable -más o menos pronunciada- en la zona del ano.
Sin embargo, la causa no siempre tiene que ser física. A menudo también es el miedo al dolor o el temor a una posible Salir del armariolo que contribuye a que la persona se ponga tensa.
Por supuesto, es especialmente importante contar con un compañero que comprenda su situación. Especialmente a los principiantes en el campo del sexo anal les suele resultar difícil abrirse en consecuencia. Las conversaciones, mucha comprensión y lubricante pueden ayudar contra la anodispareunia. También es importante no reaccionar con demasiada presión, sino estirar el ano una y otra vez. ¿Tal vez alternar entre la parte activa y la pasiva también puede ayudar a relajar un poco la relación?
Si el dolor no desaparece con el tiempo o se repite, es importante, entre otras cosas, ponerse en contacto con el médico que trata al paciente. En función de la causa, aconsejará a la persona afectada, le recomendará un lubricante o le sugerirá que consulte a un psicólogo. Una cosa es cierta: ¡sufrir anodispareunia no tiene nada de vergonzoso! Si te dejas ayudar en lugar de acobardarte, puedes sentar las bases de una vida sexual todavía despreocupada... y eso es precisamente lo que debería merecer la pena.