La cera se utiliza a menudo en el BDSM para provocar dolor en la pareja (o en uno mismo). A algunos gays les pone cachondos el calor.
Los que buscan nueva inspiración para su BDSM aventura, se topa comparativamente rápido con las velas. Éstas pueden -apagadas y dependiendo del gusto personal- no sólo introducirse, sino también encenderse y utilizarse para que gotee la cera.
La cera caliente es capaz de evocar sensaciones especiales en los aficionados a las prácticas BDSM correspondientes. Para que los usuarios no tengan que esperar demasiado a que la cera gotee, en el sex shop hay, entre otras cosas, velas que producen cera comparativamente rápido y que a veces incluso están equipadas con diferentes fragancias.
Si a continuación se aplica la cera sobre el pecho, la Cola u otras partes del cuerpo depende del gusto personal. Sin embargo, cualquiera que haya experimentado este dolor sabe que se trata de un estímulo muy especial difícil de comparar con los azotes o similares, por ejemplo.
Buscando un subidón aún mayor, también puede valer la pena atar a la persona a la que se le chorrea la cera a un dispositivo y combinarlo todo con un juego de rol.
Sin embargo, a pesar de toda la pasión, también se recomienda precaución con respecto a esta práctica BDSM. La cera no debe entrar en contacto directo con mucosas especialmente sensibles. venga.
¿Te apetece más dolor? No se preocupe. Una vez seca la cera, hay que volver a retirarla. La parte dominante puede decidir con qué suavidad o sin suavidad proceder, siempre que ambos estén de acuerdo.