La normativa en relación con la llamada edad de consentimiento pretende proteger a los jóvenes de experiencias sexuales a una edad demasiado temprana.
La llamada edad de consentimiento en este país suele ser de 14 años en el primer paso. Esto significa que cualquiera que tenga relaciones sexuales con una pareja menor de 14 años es automáticamente culpable de abuso sexual. La propia edad no juega ningún papel en este contexto.
Así pues, la edad de consentimiento es una ayuda importante en la lucha contra los abusos y las experiencias sexuales demasiado precoces.
Pero: si la persona en cuestión es, por ejemplo, "ya" mayor de 14 años pero aún menor de 16, también es posible que la pareja sea susceptible de ser procesada. Esto es especialmente cierto si, por ejemplo, tiene más de 21 años. En este caso, la decisión suele tomarse en función de cada caso.
Sin embargo, si la pareja en cuestión es un profesor, por ejemplo, la legislación prescribe una edad de consentimiento de 18 años. Que las relaciones sexuales sean punibles o no depende de varios factores, sobre todo de la constelación de edades.
Curiosamente, las leyes en cuestión solían diferir en cuanto a las especificaciones sobre recto y las relaciones homosexuales. Aquí, la edad de consentimiento para las parejas homosexuales era de 18 años per se. Con el tiempo, la normativa se adaptó de modo que aquí no se hace distinción entre homosexuales y heterosexuales.
La edad de consentimiento está pensada para que las personas tengan su primera experiencia sexual cuando estén preparadas. Por supuesto, cada adolescente se desarrolla de una manera diferente, por lo que es muy posible que algunas personas se sientan preparadas para el sexo a los 16 años y otras a los 20. A pesar de todas las individualidades, lo cierto es que la edad de consentimiento no debe rebajarse nunca. Si has superado la edad de consentimiento, lo mejor suele ser hacer caso a tus instintos y no dejarte convencer.