Intersexualidad significa no tener características sexuales claramente femeninas y no tener características sexuales claramente masculinas.
Las personas clasificadas como intersexuales no tienen ni los clásicos caracteres sexuales femeninos ni los clásicos caracteres sexuales masculinos. Por ello, coloquialmente se les suele denominar "Hermafrodita" designado.
Muchos afectados también trasladan conscientemente su intersexualidad a su estilo de vida, por ejemplo, no vistiendo de forma típicamente femenina o típicamente masculina. Por eso, a muchas personas ajenas a este fenómeno les resulta difícil hacer una clasificación exacta. Algunas personas intersexuales juegan precisamente con este fenómeno y pretenden desde el principio no ser asignadas a una categoría de género concreta.
Lo que se quiere decir con el término intersexualidad es que las personas afectadas se mueven en cierto modo "entre los sexos". Algunos se sienten más masculinos unos días y más femeninos otros. A veces hay un sentimiento más neutro en todo momento.
Sin embargo, cualquier persona que note que no puede hacer frente al fenómeno de la intersexualidad no debe tener miedo de buscar ayuda profesional y terapéutica. La intersexualidad existe desde hace mucho tiempo y siempre ha estado asociada a las personas, a veces de forma más intensa, a veces de forma menos intensa. Por eso, los terapeutas competentes también saben exactamente cómo ayudar a los afectados a sentirse cómodos en su cuerpo (y en su psique).
Por cierto: las personas intersexuales, por supuesto, no pueden clasificarse realmente como "gay" o "recto" pueden clasificarse. Como se mueven -como ya se ha dicho- entre los sexos, tampoco aquí es posible una clasificación.
En cambio, la intersexualidad demuestra cada día de nuevo a los afectados y a su entorno lo colorido que puede ser el mundo y que merece la pena atreverse a mirar más allá de la propia nariz sin prejuicios.