Los "downers" son sustancias que provocan cansancio y también se utilizan en el ambiente gay de vez en cuando.
Lo que al principio puede parecer un cóctel delicioso es en realidad una sustancia que puede cansar a quien la consume. Sin embargo, muchos "downers" son ilegales y pueden ser incluso peligrosos para quien los consume.
Entre otros, el alcohol, el cannabis, diversos opiáceos y medicamentos pertenecen a la categoría de los tranquilizantes. Muchas personas los consumen no sólo para conciliar el sueño más rápidamente, sino también para calmarse.
Dependiendo del tipo de bajón, puede ser una empresa arriesgada. Mientras que algunas personas beben un vaso de vino para relajarse después de un día duro, otras pueden recurrir a sustancias ilegales. En muchos casos, el riesgo de adicción -tanto psicológica como física- es extremadamente alto.
Por lo tanto, los medicamentos como tranquilizantes sólo deben tomarse previa consulta con el médico. De lo contrario, existe el riesgo de consecuencias graves.
Por desgracia, el consumo de tranquilizantes forma parte de la vida cotidiana de muchas personas en el ajetreado mundo actual. A menudo, los afectados ven en ello la única posibilidad de hacer su vida cotidiana un poco más despreocupada.
Quienes noten que ya no pueden descansar sin sus tranquilizantes deberían consultar a un médico. Él o ella puede ayudar a tomar las medidas adecuadas y, si es necesario, garantizar la reintroducción de un estilo de vida más sano sin "narcóticos" mediante la abstinencia y la psicoterapia posterior o de acompañamiento. Sin embargo, para que todo esto funcione, es importante que la persona que ha desarrollado una dependencia también sea consciente de ello y activo quiere tomar medidas contra ella.