Un mirón es un voyeur, es decir, una persona a la que le gusta ver a otros manteniendo relaciones sexuales o masturbándose.
El tensor lo hace córneaobservando a otras personas manteniendo relaciones sexuales. A veces conocen a su "visitante", pero otras no. Especialmente en este último caso, a menudo se cruza la frontera de la ilegalidad. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el mirón accede sin autorización a la vivienda y mira por la ventana del dormitorio.
Sin embargo, a muchas parejas les excita ser observadas durante el sexo. Suelen encontrar a sus mirones a través de Internet y les piden que les observen, a veces por webcam.
El modo en que el mirón afronte la situación dependerá de sus preferencias personales. Algunos mirones se contentan con mirar, otros se satisfacen a sí mismos durante ese tiempo. Otros se follan a su propia pareja al mismo tiempo, pero normalmente le prestan menos atención a él que a la pareja en cuestión.
Para algunos buscadores de emociones, la atracción visual no es suficiente. Una de las cosas que más les excita es escuchar a los demás.
Un lugar que conviene a las parejas tensas en muchos sentidos es el club sexual. Las parejas que follan aquí saben que están siendo observadas y no tienen ningún problema en hacerlo público. joder. Aquí, nadie tiene que acechar en los arbustos con la esperanza de pillar a otros en el acto.
Siempre que todos los implicados lo sepan y estén de acuerdo, el voyeurismo no es algo de lo que haya que avergonzarse. Al contrario. Ver a otros practicar sexo y -quizás- que te dejen participar en el "final" puede ser muy erótico. Sin embargo, el espionaje ilegal es un delito penal que puede ser castigado en consecuencia.