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¿Amable y sexy no es posible? No lo dudes.

Puede sonar un poco anticuado, pero: si eres un hombre gay que busca una relación a largo plazo (o un rollo de una noche), no sólo debes ser convincente visualmente y en cuanto a carácter, sino, en última instancia, también simpático.

Porque: ¡este rasgo de carácter no ha pasado de moda ni siquiera en el siglo XXI! Las posibilidades de mostrar la propia simpatía en las facetas más diversas son especialmente versátiles. No se trata solo de abrirle la puerta del coche a tu compañero de ligue, por ejemplo, o de presentarse puntualmente a una cita de chat acordada.

Más bien, la amabilidad vivida es un rasgo de carácter que, entre otras cosas, muestra un alto grado de respeto por la pareja respectiva.

Gays amistosos: ¡todo menos aburridos!

No importa el grupo de edad: los gays que se acercan abiertamente a los demás, cumplen uno o dos deseos o simplemente les escuchan son especialmente populares. Con ellos, por lo general, puedes estar seguro de haber encontrado un compañero de conversación especialmente complaciente.

Además, suelen ser las mismas personas a las que se puede presentar al propio círculo de amigos sin dolor de barriga ni reservas. Los hombres simpáticos son populares y, por lo tanto, no han pasado de moda. Quienes buscan a un caballero tan servicial suelen encontrar lo que buscan en Internet.

El carácter especial y la naturaleza entrañable ya se perciben a veces en el contexto de las charlas. También aquí priman la cortesía y un ambiente de conversación agradable. En resumen: casi todos los gays deberían sentirse cómodos con un hombre simpático a su lado. Por supuesto, todo resulta especialmente armonioso cuando ambos personajes encajan bien.

¡Lindo, sexy y simplemente adorable!

El contacto directo con hombres simpáticos demuestra a menudo que la suposición de que se trata de un rasgo menos sexy es un claro prejuicio.

¿A quién no le gusta ser cortejado por la otra persona? Que cada deseo se lea con los ojos o que se trate simplemente de decir "¡me gustas!" por la nariz en el contexto de las sutilezas mostradas depende, por supuesto, de la situación respectiva.

Pero: muchas relaciones duraderas empezaron en su día exactamente con estos gestos y han conseguido desarrollarse aún más con el paso de los años. Por lo tanto, tiene sentido decir adiós a la idea de que "lo agradable es aburrido y monótono a la larga" y darse cuenta de que a menudo son las "pequeñas cosas" complacientes las que pueden hacer crecer los sentimientos entre dos personas (ya sean sexuales o afectivos).